En ocasiones cuando se pierde de peso rápidamente la piel entre los muslos se vuelve floja y de mala calidad, lo cual puede causar molestias y mala apariencia.
La cruroplastía nos sirve para arreglar la entrepierna en estos casos, retirar el exceso de piel y permitir recuperar el contorno interno del muslo, con las curvas que se espera y desea tener.
Es un procedimiento delicado que requiere una recuperación de al menos tres semanas, y que por la zona en que se encuentra puede causar molestia por las heridas, aunque estas afortunadamente se pueden ocultar con mucho éxito en el pliegue inguinal.
En casos en los que se perdió mucho peso la flacidez puede extenderse hasta la rodilla, en estas situaciones se deberá extender la cirugía para poder retirar todo ese exceso y devolver el contorno agradable al muslo, desafortunadamente en estos casos la cicatriz es obviamente mucho más larga y se extiende hasta donde hay flacidez, lo cual la vuelve más visible.
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